Seguidores

Bienvenid@ al blog, deja tu comentario no cuesta nada :D

lunes, 7 de marzo de 2011

"Todo puede pasar el día de San Valentín " By. Vivi

Primer Lugar


14 de febrero… un día alegre y lleno de amor ¿Cierto? Bueno no lo es tanto para mí. No lo digo porque no tenga novia, claro que la tengo… la más hermosa de este mundo, con una piel tan pálida como la nieve, unos gigantescos ojos azulados, una cabellera rubia rojiza suave y larga, un cuerpo matador perfectas curvas. Es una diosa. Es mi diosa… o algo así. A veces me arrepiento tanto de todo esto. ¿Seré un poco hombre por siquiera permitirlo? Probablemente, desde el principio debí darle su merecido a ese imbécil… pero no puedo, se lo prometí a ella. Maldita sea con mi boca, siempre la cago.

Camine por los pasillos atestados de adolescentes emocionados por saber cuántas rosas o cartas hallarían en sus casilleros al abrirlo – es una costumbre en este instituto que el día de San Valentín se haga como un correo anónimo, el cual podrás mandar y lo entregaran en el casillero de la persona, es bastante original en realidad-, yo no espero mucho… solo una carta de ella. Como en cada día de los enamorados. Posiblemente ese es el momento que espero en todo el año. ¡Oh mierda estoy bastante jodido! Me estoy contradiciendo de una manera terrible… aunque quisiera nosotros no somos novios, no aun.

Salude con el puño a unos cuantos chicos del equipo de futbol y seguí mi camino sin más percances. Los nervios me carcomían y las manos me sudaban. No entiendo porque con exactitud, es una costumbre de cada año… solo que no es normal lo nervioso que me torno cuando llega el momento, me siento gay ante eso.

Coloque la clave del casillero y lo abrí de un tirón. Me sorprendí de lo que halle adentro… cientos de cartas. Cosa que me extraño pero logre entender al instante… este año mi forma física había mejorado, mis músculos son más voluminosos y ahora soy musculoso. Estoy seguro que la mitad de las cartas son de mujeres que no tengo ni idea de quien rayos son. Esto de hacerme popular por un puesto alto en el equipo de futbol, me parece demasiado superficial… cosa normal en adolescentes. Okey, el día de San Valentín me está afectando hablo como si fuera un viejo. Si mi mejor amigo oyera mis pensamientos se burlaría de mi por el resto de mi vida, agradezco a dios que no pueda hacerlo. Cualquiera pensaría que soy un gay reprimido. Por dios. Necesito una buena ducha de agua fría.

Tome todas las cartas y ya que hoy sería un día libre en todas las asignaciones, me encamine a las aéreas verdes del instituto para poder leerlas con calma. Camine sumido en mis pensamientos y con la mirada cabizbaja, raro en mi, suelo ser demasiado animado… y no hay nada ni nadie que me calle. Me acerque a un roble y avente a un lado mi mochila, me senté bajo este acomodándome y abriendo la primera carta.

Querido Jacob,

Oh dios mío eres un Dios, como es que puedes ser tan hermoso… ¿crees en el amor a primera vista? Porque sé que desde que te vi no puedo dejar de pensar en ti…

Cerré la carta con asco, había leído el nombre antes de seguir… Bella. No puede creer que la Zorra mayor y novia del mariscal Edward, me ande mandando ese tipo de carticas tan patéticas y denigrantes. Puedo notar el verdadero “amor” que se tienen. Me dan lastima. Es más que obvio que Bella se ha acostado con más de medio instituto al igual que Edward… ¡Oh! Me retracto son tal para cual, celándose ellos solos de algo mutuo. Que ¿hermoso? Pff! Ni siquiera se mentir sobre un sarcasmo hacia ellos. Prefiero no meterme en eso, no será nunca asunto mío. Abrí la siguiente carta.

Jake,

Eres la cosa más sexy que he visto, cuando te veo solo quiero aventarme sobre ti y hacerte el amor…

¿Una carta es capaz de dejarte un trauma psicológico?… no lo sé, pero esta lo hizo. Mas si viene de parte de Leah, la segunda de las porristas. Otra zorra con titulo y apellido. ¿Por qué será que antes cuando quería chicas a montones no me llegaba ni una y ahora que estoy enamorado hasta las zorras me buscan? Es el colmo. Como odio esa ley de la vida, cuando uno busca no encuentra pero cuando menos te lo esperas te llueve lo que antes buscabas. Es simplemente frustrante, dan ganas de matar al que la invento. La vida es demasiado jodida. Seguí pasando las cartas.

Jacob,

¿Por qué no vez al futuro? En vez de enfrascarte en un pasado que no te traerá nada bueno. No lo sigas haciendo. Solo logras sufrir más con eso. Sin tan solo miraras a tu al redor, en vez de obsesionarte con esa tipeja. Como me duele verte de esa manera, llorando por ella. Nunca había visto a un hombre llorar… por favor, avanza.

Att: Anónimo.

Me recorrió un escalofrió de pies a cabeza de tan solo leer eso. ¿Cómo lo sabe?... Es algo imposible. No lo sé, estoy confundido. Pero no importa, esa carta no es importante, lo que me interesa es que este la de ella… las demás me valen un comino. Rebusque hasta que la halle, con su característico perfume de lilas y el papel de color rosa con corazoncitos. Casi salto de la emoción al verla. Con rapidez rompí el sobre.

Jake,

Feliz día de los enamorados. Te quiero siempre recuérdalo. Somos tú y yo.

Att: Tanya.

¿Qué se supone que es eso? Una carta para un amigo cercano o ¿Qué? Porque no entendí nada, esperaba algo más extenso, con mas sentimientos y no se con las palabras que había esperado decirme todo el año… tal vez un te amo o un te extraño. Simplemente no logro entender. En qué momento Tanya se volvió tan fría y distanciada. Esto es culpa mía, sé que es así.

Con rabia me levante del pasto tome mi mochila y me largue de ese lugar. La rabia y el dolor me consumen, debo hacer algo. Pero que… no lo sé. ¡Oh ya se! Iré a hablar con mi mejor amiga, ella es la única que sabe hacer en estos momentos, yo soy un completo inútil sin ella. Tal vez soy demasiado ciego o enamoradizo y no me doy cuenta de la verdad, pero ella de alguna forma extraña hace que yo entienda y recapacite. Es como mi subconsciente, no puedo vivir sin ella.

Todos me llamaban y saludaban con emoción, yo trataba en un vano intento de responderles hacerles señas o gestos de confianza… pero nada. Mi día esta yendo de mal en peor. Todo por una carta… soy patético. Seguí recorriendo los pasillos y no encontré a mi mejor amiga, hasta que la vi junto a su casillero guardando unos libros. Apresure el peso hasta llegar a su lado, le toque el hombro levemente, ella tardo unos segundos en voltear. Al mirarme una hermosa y resplandeciente sonrisa se formo en su rostro dándole el aspecto angelical que tanto amo de ella, le regrese con un poco más dificultoso el gesto.

-¿Qué ocurre?- me pregunto alarmada. Con un solo gesto o una mirada ella sabe que me ocurre. Es impresionante como nos conocemos… creo que hasta nos podemos leer la mente. Okey, no eso es demasiado exagerado.

-Tanya…-fue mi única respuesta. Ella soltó un suspiro con frustración, sabia a donde iría todo esto. Con fuerza me tomo de la mano y me condujo entre la multitud de personas. Regresando al lugar donde antes habia leído las cartas. Nos sentamos con calma y nos mantuvimos callados. Aun tenía nuestras manos entrelazadas, cosa que no me incomodo, es mas comencé a dibujar formas con mi pulgar en el entorno de su muñeca sintiendo la suavidad. Ella rio quedito, la mire con admiración… siempre a pesar de las circunstancias mantiene una sonrisa en su rostro. Es demasiado hermosa.

-Ahora si dime que ocurrió.- exigió, mirándome fijamente a los ojos. Me mordí los labios un segundo para luego suspirar.

-Míralo por ti misma.- con la mano libre rebusque en mi mochila hasta encontrar la carta color rosa pastel. Se la tendí a ella, la tomo y abrió. La leyó y luego me miro.

-¿Eso es todo?- murmuro con extrañeza. Un gruñido sordo se escapo de mis labios para luego llevarme ambas manos al rostro con rudeza.

-La amo no lo entiendes, la amo… no puedo vivir sin ella.- conteste con un poco de rudeza en mi voz. Acercándome mucho a su rostro pero no logre verla ya que mis ojos y mejillas estaban inundados en lágrimas. Ren alzo una mano y las limpio con constancia pero esta siguieron bajando.

-¡Oh Jake!- me abrazo con fuerza hundiendo su cabeza en mi pecho. Le regrese el gesto, lo necesitaba, necesitaba de comprensión, de afecto y demostrarme que aunque sea alguien en el mundo me necesita- Jake debes dejar de llorar por ella… no lo merece, tu eres mucho mejor que esa arpía.- me pidió con lagrimas en los ojos. Sentí un dolor más profundo.

-No puedo.

-Sí que puedes, hazlo por favor. No quiero verte triste. Extraño al viejo Jake, que reía hasta de la pared y nunca paraba de hablar… ahora solo queda su sombra.- su tono fue raposo y lúgubre.

-Ren…

-¡NADA DE REN! Por favor, hazlo. Quiero regresar a los viejos tiempos.- no pude seguir sosteniéndole la mirada. Ella bufo con rabia para luego pararse de golpe- Has lo que quieras pero luego no vengas a mi lloriqueando. Que no me importara. Adiós Jacob.- sus palabras fueron duras y firmes. Trate de levantarme pero cuando ya estaba en pie… ella no estaba. Maldición. Como la pude cagar tanto en un día, por dios. Soy un idiota. Tengo que hablar con Ren, no puedo dejar todo esto así. No puedo, es mi mejor amiga. Lo único que me mantiene en pie, la razón por la que sigo día a día, la única que ha llegado a entenderme, la que conoce todos mis secretos y a pesar de todo eso no me subestima ni me trata de una manera diferente.

Corrí de nuevo al instituto en busca de mi mejor amiga. No estaba por ningún lado y para más nadie la habia visto. Excelente. Soy un completo imbécil, creo que mi habilidad especial es herir a las personas más importantes de mi vida.

¡Oh! Acabo de notar que no les he explicado que tiene que ver en todo esto Tanya, verán. Tanya, Renessme y yo hemos sido mejores amigos desde la infancia. Siempre estábamos juntos, no habia nadie que nos separara. Hasta que crecimos, Tanya se obsesiono con la popularidad y nos dejo a Ren y a mí de lado, en realidad nos olvido y siguió adelante con sus “amigos”. Poco tiempo después note que siempre estuve enamorado de ella y que la necesitaba demasiado. Se lo conté todo, mis sentimientos, ella me dijo que también me amaba pero que no podíamos estar juntos. Fue por esa razón que comencé a entrenar y unirme al equipo de futbol, eso hizo que dejara a un poco de lado a Ren. Y ahora que soy popular, Tanya me prometió que terminaría con su novio y estaríamos juntos… pero ahora paso esto. ¿Qué fue el verdadero motivo de sus palabras? Acaso habrá dejado de amarme…

Unos gemidos me sacaron de mis pensamientos me detuve abruptamente provenían del armario de escobas. Lo más probable es que sea Bella con uno de sus tipos. Me acerque sigilosamente a la puerta. Qué extraño esa no es la vos de Bella, la de ella es más fina y suave, esta es cantarina y felina. Abrí la puerta de un tirón, lo que encontré adentro me dejo sin aire. Tanya… a casi medio vestir, abrazada y sostenida del trasera por Edward.

¿Cómo podía sentirme en eso momento? Triste, desilusionado, dolido, engañado… traicionado. Créanme que eso y más, no sabía qué hacer. Tampoco iba a armar un escándalo. Que mal me siento. Yo apoyando y dando hasta lo último por Tanya, cuando en realidad Ren siempre tuvo la razón, con razón me odia tiene todo el derecho, es mas sino me perdona lo entenderé. Soy un imbécil, me pregunto cuantas veces me lo habré dicho. Porque es enserio, deberían golpearme por ser tan idiota.

-Tanya…- fue lo poco que pude decir en vos neutral. No dejaría que ese estúpido notara cuanto me dolía eso.

-Jake no es lo que crees…

-No, no te preocupes me quedo más que claro.- negué alzando una ceja y bufando con rabia.

-De verdad es todo un error…

-¿Un error? No parecía un error que le estuvieras abriendo las piernas felizmente a Cullen.- espete entre dientes de una, no me importaba ya nada.

-Jake por favor escúchame…

-No Tanya, esto se termino.- la corte con vos grave.

-¿Qué? ¿Cómo que se termino?- no sé si es que se estaba haciendo la estúpida o quería hacerlo todo mas difícil.

-Como lo oyes. Esto TÉRMINO. No pienso arrastrarme más por ti, dos años fueron suficiente humillación, créeme tienes toda la libertad para hacer lo que se te pega la gana. Bueno no es eso lo que haces siempre.- todo mi discurso sonó tan irónico que una risa ronca salió al final.

-No Jake… yo te amo.

-¡Oh! Por favor Tanya no sigas rebajándote, menos frente de Cullen. Cuidado eso puede dañar tu popularidad, no vaya a ser que el chismee.- le solté divertido, ya en este momento todo me parecía sumamente gracioso.

-Jake…

-Jake nada, tuviste la oportunidad y me perdiste. Ahora abstente a las consecuencias.- la ironía de la situación estaba dando un poco de miedo.

-Por favor Jacob, sin mí no eres nada.- me escupió de forma egocéntrica. Yo reí a todo pulmón ganándome una mueca de odio por su parte.

De verdad en qué momento me volví tan ciego, siempre estuve enamorado de un espejismo, de una simple ilusión creada por un mundo rosa y cientos de adornos. Soy un pendejo. Cuando en realidad siempre tuve una mujer de verdad, sincera y que me apoyo en su debido momento. Renessme. Tengo razón soy un poco hombre por no notado la realidad. Como decía en la carta anónima “¿Por qué no vez al futuro? En vez de enfrascarte en un pasado que no te traerá nada bueno. No lo sigas haciendo. Solo logras sufrir más con eso. Sin tan solo miraras a tu al redor, en vez de obsesionarte con esa tipeja. Como me duele verte de esa manera, llorando por ella. Nunca había visto a un hombre llorar… por favor, avanza.” Siempre fue ella, estuve simplemente segado de algo comercial y no note que en realidad a quien amo es a Ren. Amo a Renessme Carlie. ¿La amo de verdad? Claro que la amo. Debo ir a buscarla y pedirle… no suplicarle su perdón, hasta le besare los pies si es necesario, pero debo decirle la verdad.

-Me largo…

-¿A dónde se supone que vas Jacob?

-A decirle a mi verdadero amor cuanto la amo.

-¿Qué…quien?

-Alguien que tú ni siquiera debes recordar. Adiós y hasta nunca.

Corrí por todo el instituto buscando a Ren, no la hallaba por ningún lado. Piensa Jacob donde va Renessme cuando esta triste… la biblioteca. Seguro esta haya. Apresure el peso, tuve que recorrer casi medio establecimiento. Me detuve en la entrada para poder recuperar el aliento. Suspire un par de veces y entre en el lugar. La busque por el lugar y la encontré en un sillón. Me acerque a ella a peso lento y precavido.

-¿Orgullo y Perjuicio? Un libro excelente.- comente como si hablara del clima.

-Si un buen libro.

-Lo lamento. Yo no quería.

-No sigas, lo comprendo estas enamorado.- la corte y me agache para quedar cerca de ella.

-No, bueno si lo estoy… pero no de ella.

-Y entonces ¿De quién?

No espere que dijera más y estampe mis labios contra los de ella. En un tierno y suave rose, con movimientos lentos y dulces. Me separe de ella sin despegar los ojos de sus perfectos posos achocolatados.

-¿Te haces a la idea?

-No mucho, tal vez si lo volvieras a intentar… podría ser.- ambos reímos ante eso.

-Te amo.- le susurre cuando estuve a un centímetro de sus labios.

-Y yo a ti. Nunca lo dudes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario